miércoles, 2 de junio de 2010
DIÁLOGO TRADICIONAL EXTENSO- LOS 3 CHIVOS CHIVONES
-¿Quién pasa PATÓN-PATÓN por mi puente?- dijo el trasgo con los ojos haciéndole chirivitas.
-Soy yo, el chivo chivón grande - contestó muy sereno.
- Y , ¿ a dónde te crees que vas?-gruñó-el trasgo , al que ahora también se le movía la nariz sola.
-Voy a cruzar para hinchareme a hierba verde.
-¡Ja , ja! En mi vida , sólo he dejado pasar a dos animales por aquí, y eso sólo fue para esperar mi recompensa.
-¡Ah!
-¡Que voy a comerte!
-¡Vale!
Entonces el trasgo fue hacia el chivo pero este resopló, agachó la cabeza y ...¡embistiÓ!. Le dio tal golpe que el trasgo sobrevoló las montañas y nunca lo volvieron a ver , mientras que los tres chivos , felices , comieron hierba a reventar y casi no dan vuelto a cruzar el puente.
BRUJA GÓTICA POR UN DÍA
- Hola, Alex (Alexandra)- dijo mi madre con una sonrisa.
- ¡Que hai! anadí seriamente.
En ese instante mi madre comenzó a poner cara extraña.
-¿Y mi beso? -preguntó intentándolo otra vez con una sonrisilla.
Me limité a beber la leche a morro y meter unas cuantos cereales en mi bolsa.
-Adiós- añadí.
Al llegar al colegio todo el mundo se quedó flipado por mi cambio de look pero se acercó a mí pensando que tendría el mismo carácter.
-Vaya Alex, ¿qué te has hecho ?- Preguntó kim
¿No lo ves? - le contesté con pasotismo.
A lo largo del día, la gente cada vez estaba más impresionada y mosqueada conmigo. Contestara mal a muchos profesores, incluso a mis amigos, y a un niño pesadísimo le escupí. Al llegar a casa, no había nadia. Por lo cual me alegré . Sonó el teléfono y lo cojí . Era Max mi mejor amigo.
-Hola, Alex, ¿qué tal?
- Bach....
-Me puedes decir los deberes de inglés? Falté ¿Recuerdas?.
-Si, me acuerdo de que faltaste pero no creo que pueda ayudarte. Me dejé la agenda en casa a propósito, no pienso hacer nada. Adios.
-Ahhh......
-Pi, pi, pi.........
Subí a mi habitación y la destrozé, rompí fotos, rasgué cortinas, incluso quemé la foto con mi mejor amigo. Acabé agotada y me quedé dormida. Cuando llegó mi madre del trabajo subió a mi habitación y casi llora por la impresión que le produjo mi habitación, pero no me dijo nada porque dormía profundamente.
Al día siguiente me desperté y vi todo negro, me froté los ojos pero seguía estando negro así que , comencé a llorar, eso no era mi habitación de siempre. Bajé a la cocina y me abrazé a mi madre.
- Mamá , ¿que le ha pasado a mi cuarto?- pregunté entre sollozos.
Fin
lunes, 15 de marzo de 2010
DEAN
Sigue en América y dice que allí morirá ya que su país sólo le hizo pasar malos tragos.
miércoles, 17 de febrero de 2010
EL INFIERNO
Tenía casi quince años cuando ocurrió todo, sólo me faltaban tres meses. Mi vida no era espectacular, que digamos. Hacía deporte, iba al instituto, pero eso sí, me reía…., no sabéis lo que me reía.
Un buen día estaba hablando con mi madre de nuestras cosas y al terminar me dijo: -Voy a hacer un pastel, qué te parece? Ve a por limones, por favor y así me ayudas.
Al día siguiente, cuando me levanté, no le di importancia y me dispuse a prepararme para el insti. De hecho, no le di importancia hasta el quinto día porque ya me estaba mosqueando eso de no dormir de un tirón. Todo ocurría siempre en el mismo lugar vomitivo, con los mismos tonos rojizos, pero los hechos cambiaban y me despertaba, claro.
Hasta que, una ola de positivismo entró en mi vida y empecé a valorarme más y a no dejarme de última para todo. Hasta que los malditos sueños fueron remitiendo y comencé a dormir como los angelitos.
FIN.
PD: Hay que interpretar que el demonio vino porque la autora no se valoraba, de ahí el final.
Antía Freire Iorio.
viernes, 9 de octubre de 2009
Trabajo de Lengua: Anécdotas
Cuando era pequeña era muy inquieta y juguetona. Éramos muchos porque tenía cinco hermanos y cinco de mis primos vivían cerca , pero a la vez era muy divertido porque nos llevábamos pocos años. Soliamos juntarnos en la aldea , en casa de mi tía . Ella tenía tres vacas y tres puchitos que guardaba en cuadras separadas. Cuando mis tíos se iban , nosotros cogíamos y nos subíamos encima de los puchitos y hacíamos como los vaqueros del Oeste. Les poníamos una cuerda mientras otro le pinchaba para que elpuchito saltase. Y así competíamos a ver quién aguantaba más tiempo subido al puchito sin caerse. Qué tiempos aquellos , después de hacer nuestras travesuras recorríamos tres kilómetros a pie hasta llegar al río donde nos bañábamos y alguno que otro siempre salía con alguna sanguijuela pegada en alguna parte de su cuerpo
Fin.