miércoles, 2 de junio de 2010

DIÁLOGO TRADICIONAL EXTENSO- LOS 3 CHIVOS CHIVONES

Iba el chivo chivón grande pasando por el puente y haciendo mucho ruido , cuando de repente:
-¿Quién pasa PATÓN-PATÓN por mi puente?- dijo el trasgo con los ojos haciéndole chirivitas.
-Soy yo, el chivo chivón grande - contestó muy sereno.
- Y , ¿ a dónde te crees que vas?-gruñó-el trasgo , al que ahora también se le movía la nariz sola.
-Voy a cruzar para hinchareme a hierba verde.
-¡Ja , ja! En mi vida , sólo he dejado pasar a dos animales por aquí, y eso sólo fue para esperar mi recompensa.
-¡Ah!
-¡Que voy a comerte!
-¡Vale!
Entonces el trasgo fue hacia el chivo pero este resopló, agachó la cabeza y ...¡embistiÓ!. Le dio tal golpe que el trasgo sobrevoló las montañas y nunca lo volvieron a ver , mientras que los tres chivos , felices , comieron hierba a reventar y casi no dan vuelto a cruzar el puente.

BRUJA GÓTICA POR UN DÍA

Érase una vez una niña muy bondadosa, yo. Tenía 15 años y muchos amigos. Siempre prestaba los ejercicios y me reía mucho con mis amigos. Tenía buenas notas y mis padres estaban orgullosos y contentos conmigo. Al final de junio, quedamos todos los niños y niñas para ir a una playa a comer que tenía un cráter de volcán en el que entraba el auga y era precioso, este cráter se comunicaba con el exterior. Para pasar al otro lado, había que bucear y se podian ver toda clase de peces y animales marinos fascinantes. Y por fin llegó el día, casi todos estábamos llenos de alegría y admiración porque habíamos aprobado todo, y con buenas notas. Llegamos temprano y empezamos a montar nuestro "campamento" . Comimos de bocadillo y contamos muchas anécdotas graciosas. Después de comer , empezó a hacer más calor y decidimos bañarnos. Jugamos en el aua con mucha clase de juegos de balón; fue muy divertido. Después de secarnos al sol, nos vestimos un poco y decidimos ir a ver las cuevas, ya que allí era de noche y la luna llena estaba centrada justo en el cráter del volcán y la veía perfectamente. El agua comenzó a echar burbujas como si hirviera pero no se calentó. Estaba sola allí con una amiga; ella no estaba en el agua. A la mañana siguiente, cuando me desperté sentí algo extraño dentro de mí. Abrí el armario y no había nada más que ropa normal, alguna incluso cursi, corté y tiré la mitad de esa ropa y el resto la rasgué y la teñi de colores oscuros, también le puse cadenas y chapas. Me corté el pelo con una tijeras de manualidades, quedándome a escalones y bajé a desayunar:
- Hola, Alex (Alexandra)- dijo mi madre con una sonrisa.
- ¡Que hai! anadí seriamente.
En ese instante mi madre comenzó a poner cara extraña.
-¿Y mi beso? -preguntó intentándolo otra vez con una sonrisilla.
Me limité a beber la leche a morro y meter unas cuantos cereales en mi bolsa.
-Adiós- añadí.
Al llegar al colegio todo el mundo se quedó flipado por mi cambio de look pero se acercó a mí pensando que tendría el mismo carácter.
-Vaya Alex, ¿qué te has hecho ?- Preguntó kim
¿No lo ves? - le contesté con pasotismo.
A lo largo del día, la gente cada vez estaba más impresionada y mosqueada conmigo. Contestara mal a muchos profesores, incluso a mis amigos, y a un niño pesadísimo le escupí. Al llegar a casa, no había nadia. Por lo cual me alegré . Sonó el teléfono y lo cojí . Era Max mi mejor amigo.
-Hola, Alex, ¿qué tal?
- Bach....
-Me puedes decir los deberes de inglés? Falté ¿Recuerdas?.
-Si, me acuerdo de que faltaste pero no creo que pueda ayudarte. Me dejé la agenda en casa a propósito, no pienso hacer nada. Adios.
-Ahhh......
-Pi, pi, pi.........
Subí a mi habitación y la destrozé, rompí fotos, rasgué cortinas, incluso quemé la foto con mi mejor amigo. Acabé agotada y me quedé dormida. Cuando llegó mi madre del trabajo subió a mi habitación y casi llora por la impresión que le produjo mi habitación, pero no me dijo nada porque dormía profundamente.
Al día siguiente me desperté y vi todo negro, me froté los ojos pero seguía estando negro así que , comencé a llorar, eso no era mi habitación de siempre. Bajé a la cocina y me abrazé a mi madre.
- Mamá , ¿que le ha pasado a mi cuarto?- pregunté entre sollozos.
Fin

lunes, 15 de marzo de 2010

DEAN

Dean era un hombre de tez oscura en la que se veían los pliegues de su piel debido a la edad. Tenía cincuentayseis años , naciera en África , concretamente en el pequeño país de Ruanda , al lado de Tanzania. Su infancia fue bastante dura ya que no pisó mucho la escuela y tuvo que trabajar la seca tierra junto con sus padres y hermanos . Se quedó huérfano de madre a los dieciséis años recién cumplidos y dos meses más tarde de padre. Obviamente , le tocó cuidar de sus hermanos menores y con todo su esfuerzo logró sacarse el título de la escuela para adultos , para poder , en un futuro , labrarse una vida digna . Años después emigró a América del Sur donde encontró trabajo , casa , y mujer y tuvo dos hijos . Ahora mismo sigue en América , tiene un bonito , blanco y rizado pelo , ya que eso de teñirse le parece una estupidez . Siempre conservó su carácter alegre , responsabilidad y una forma de pensar acorde con los tiempos. Aún conserva su cuerpa atlético ya que siempre le gustó cuidarse y sigue siendo muy alto , lo que favorece a su figura . Aún sigue con su mujer ya que siempre la quiso y la querrá de verdad . Gracias a su fuerza de voluntad y a la de su mujer , ahora tienen una hermosa casa de campo en la que aún viven sus hijos . El chico tiene veintidós años y la chica veinte , los cuales están estudiando y por eso su padre está muy orgulloso de ello. Todas las mañanas tan pronto se levanta le gusta darse un baño de unos quince minutos en la piscina de su casa . Sigue siendo un hombre muy activo , cuando regresa del trabajo se reencuentra con su familia y después mantiene su colorido jardín .
Sigue en América y dice que allí morirá ya que su país sólo le hizo pasar malos tragos.

miércoles, 17 de febrero de 2010

EL INFIERNO

Tenía casi quince años cuando ocurrió todo, sólo me faltaban tres meses. Mi vida no era espectacular, que digamos. Hacía deporte, iba al instituto, pero eso sí, me reía…., no sabéis lo que me reía.

Un buen día estaba hablando con mi madre de nuestras cosas y al terminar me dijo: -Voy a hacer un pastel, qué te parece? Ve a por limones, por favor y así me ayudas.

Cuando iba en camino vi que la parte baja del limonero había sido sobreexplotada y que sólo quedaban en la parte alta. Me había olvidado de deciros una cosa, soy patosa, muy patosa. Me subí al árbol con éxito hasta el momento y recogí varios. Luego, al ver que el tejado estaba relativamente cerca, lo vi factible y fui hacia él. Al ver que no me caía comencé a hacer malabares y sin darme cuenta pasó un buen rato. Luego, inconscientemente miré hacia la izquierda y vi a un tío negro con pelo blanco, parecido al de “Cómo Dios”. Al verle me resbalé, pero ya me estaba sujetando por el otro lado. Me dijo que se llamaba Dean y que era el diablo, yo me empecé a escacharrar de risa y le fui a llevar los limones a mi madre. Acabamos el pastel y poco después se terminó el día. Nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones y el mundo se apagó y se quedó en silencio. Si mi cerebro no me fallaba, no había pasado mucho tiempo cuando me desperté en medio de fríos sudores. Había soñado cosas espantosas: Estaba en un lugar vomitivo, de tonos rojizos, bajo un calor abrasante, con personitas malas, merodeando por todos lados. De repente, me empezaron a mirar y todas tenían la cara de Dean, Dean, Dean…Creo que ahí me desperté.

Al día siguiente, cuando me levanté, no le di importancia y me dispuse a prepararme para el insti. De hecho, no le di importancia hasta el quinto día porque ya me estaba mosqueando eso de no dormir de un tirón. Todo ocurría siempre en el mismo lugar vomitivo, con los mismos tonos rojizos, pero los hechos cambiaban y me despertaba, claro.

Hasta que, una ola de positivismo entró en mi vida y empecé a valorarme más y a no dejarme de última para todo. Hasta que los malditos sueños fueron remitiendo y comencé a dormir como los angelitos.

FIN.

PD: Hay que interpretar que el demonio vino porque la autora no se valoraba, de ahí el final.

Antía Freire Iorio.

viernes, 9 de octubre de 2009

Trabajo de Lengua: Anécdotas

Así fue cómo mi madre me relató una de las muchas anécdotas divertidas que me podría contar:
Cuando era pequeña era muy inquieta y juguetona. Éramos muchos porque tenía cinco hermanos y cinco de mis primos vivían cerca , pero a la vez era muy divertido porque nos llevábamos pocos años. Soliamos juntarnos en la aldea , en casa de mi tía . Ella tenía tres vacas y tres puchitos que guardaba en cuadras separadas. Cuando mis tíos se iban , nosotros cogíamos y nos subíamos encima de los puchitos y hacíamos como los vaqueros del Oeste. Les poníamos una cuerda mientras otro le pinchaba para que elpuchito saltase. Y así competíamos a ver quién aguantaba más tiempo subido al puchito sin caerse. Qué tiempos aquellos , después de hacer nuestras travesuras recorríamos tres kilómetros a pie hasta llegar al río donde nos bañábamos y alguno que otro siempre salía con alguna sanguijuela pegada en alguna parte de su cuerpo
Fin.